25 formas efectivas de preguntar a tu hijo qué tal le ha ido en la escuela
No siempre es fácil que tus hijos te cuenten qué tal les ha ido en el colegio. Las preguntas abiertas tienen una difícil respuesta para los niños. En muchas ocasiones nos conformamos con un simple bien, que nos sabe a poco.
Por eso te proponemos 25 formas para averiguar cómo le ha ido a tu hijo en la escuela. Alternativas para saber si hay algo destacado en su día sin preguntar directamente.
1. ¿Qué es lo mejor que te ha pasado hoy?
2. ¿Ha habido algo que te haya hecho sentir mal?
3. ¿Qué has aprendido nuevo en el cole?
4. ¿Qué comiste hoy en el comedor?
5. ¿Con quién jugaste en el recreo?
6. ¿Qué juego fue el que más te gustó del recreo?
7. ¿Alguien hizo algo muy bueno para ti hoy?
8. ¿Qué es lo que te ha hecho sonreír hoy en la escuela?
9. ¿Has hecho algo bonito por alguno de tus compañeros?
10. ¿Alguien te ha hecho sonreír?
11. ¿Cuál es la mayor tontería que ha pasado hoy en tu clase?
12. ¿Cómo valorarías tu día en clase de 1 a 10 y por qué?
13. ¿Quién te gustaría que fuera tu amigo y aún no lo es?
14. ¿Alguien se ha portado mal hoy contigo?
15. ¿Si mañana fueras el maestro, qué te gustaría enseñar a tus compañeros?
16. ¿Hubo algo que te hizo reír a carcajadas?
17. ¿Te has sentido triste por algo que dijo o hizo alguien?
18. ¿Qué norma del profesor cambiarías?
19. ¿Cuál de tus compañeros te gustaría que fuera tu nuevo profesor?
20. ¿En un apocalipsis zombie, qué profesor se salvaría?
21. ¿Qué has aprendido hoy de tus amigos?
22. ¿Qué regla te ha resultado más difícil de seguir hoy?
23. ¿Qué persona de tu clase es lo opuesto a ti?
24. ¿Qué es lo que más te gusta de tu colegio?
25. ¿Cuándo te has sentido más orgulloso de ti?
Estas preguntas pueden ayudarte a averiguar cómo ha ido el día. No obstante, es bueno que encuentres el momento adecuado para hablar con tus hijos. Evita hacerlo justo en el instante en que sale del colegio. Es conveniente que los niños vean que tienes verdadero interés por lo que te van a contar y que no se trata de una pregunta rutinaria. Una buena alternativa es sentarse a merendar con ellos y charlar sobre lo que cada uno ha hecho durante la jornada.
En caso de que sea reacio a contestar a tus preguntas, no le fuerces. Hay momentos en que a los niños hay que darles tiempo para comunicarse y la insistencia puede ser contraproducente.