El CPUR surge el año 1992 como plataforma de proyección social de la Parroquia Cristo Rey de Juliaca, en un contexto de violencia y guerra interna que marcaron la vida y la historia del altiplano desde la década de los 80.
Desde el año 1994 figuramos en registros públicos como organización de desarrollo sin fines de lucro, especializada en estrategias de lucha contra la pobreza.
Desde sus orígenes, el Centro de Promoción Urbana y Rural ha gestionado iniciativas de desarrollo rural sostenible en el altiplano peruano. Ha sido pionero en la difusión, promoción y revalorización de cultivos andinos (quinua, cañíhua), articulando cadenas productivas (producción-transformación-comercialización) e introduciendo de tecnologías orientadas a la mejora genética de ganado vacuno y ovino.
En sus inicios, Nuestro aporte institucional estuvo ligado a la promoción y fortalecimiento de organizaciones sociales de base tales como la Asociación de productores del Altiplano, la Organización de Mujeres de Juliaca y la Asociación de Tricicleros San Román.
En la actualidad nos hemos especializado en la puesta en marcha de iniciativas innovadoras de educación no formal: la prevención primaria de conductas de riesgo en adolescentes y jóvenes (paquetes educativos), el desarrollo de estrategias para fomentar la lectura (Aulas lectoras), la creación de comunidades de aprendizaje que involucran a educadores, padres de familia y educandos (Padres que educan) y la promoción de liderazgo (Plataforma ABC: adolescentes buscando camino).
La trayectoria de trabajo del C.P.U.R. desde un inicio, estuvo estrechamente marcada por una opción definida y preferencial por los más pobres y por el respeto de la cultura local.
Nuestro estilo de intervención se caracteriza por la práctica de la concertación y establecimiento de alianzas con instancias locales (estatales y privadas) y la participación en plataformas de incidencia social, involucrando a los beneficiarios en su propio desarrollo.
El CPUR es identificado actualmente en el medio local por la calidad de sus intervenciones y una filosofía operativa basada en la acogida, la puntualidad y el respeto, siendo reconocido como una de las instituciones más comprometida y eficaces en la mejora educativa.
Basados en la convicción de que la educación es el factor más poderoso de inclusión social, política y económica, gestionamos un Complejo Sociocultural, identificado en la región Puno como referente de calidad en el desarrollo de iniciativas, programas y servicios de educación no formal.